El puerto de Lattara, un lugar de intercambios

Debido a su propia naturaleza, el puerto de Lattara es un sitio de contactos donde diversas comunidades van a cruzarse, intercambiar, discutir : en una palabra, compartir. Desde su creación, la ciudad alberga, además de a indígenas, a Etruscos. Es probable que los habitantes hayan también estado en contacto con mercaderes marselleses, Griegos, quizás Iberos, Fenicios ; de hecho, con todos los comerciantes y navegantes que recorrían entonces el Mediterráneo. Es también posible que artesanos ambulantes procedentes del norte de la Galia hayan frecuentado la ciudad. Los Italianos han circulado ampliamente en la Provincia : algunos se habrán sin duda parado en Lattes.

Efectos sobre la producción de cerámica y la construcción

En ausencia de textos, es difícil hacerse una idea precisa de las múltiples consecuencias que pudieron tener los contactos entre los Lattarenses y los comerciantes mediterráneos : lo que es cierto, no obstante, es que estas influencias fueron precoces, duraderas y diversas. Como sucede en el resto de comunidades indígenas del sur de Francia, estos contactos tuvieron consecuencias sobre las técnicas de construcción, especialmente por lo que respecta a la adopción de plantas regulares de las aglomeraciones, la sistematización de las plantas cuadrangulares de las viviendas, pero también sobre las técnicas de fabricación de la cerámica : se sabe que ciertos alfareros indígenas adoptan el torno durante el siglo VI antes de nuestra era.
La utilización de vajilla importada, de Grecia en especial, pudo haber influido en los modales de la mesa, sin que por ello sea posible afirmar que los modos de preparación culinaria hayan verdaderamente cambiado. 
Llegadas junto con la vajilla, las lámparas de aceite, modo de iluminación novedoso en la región, fueron también rápidamente adoptadas por los Lattarenses. En el ámbito de la agricultura, se estima que el cultivo de la vid o del olivo pudieron haber beneficiado de aportes exteriores. Se debe igualmente a los repetidos contactos con los pueblos mediterráneos, el desarrollo del uso de la moneda desde el siglo II antes de nuestra era. Finalmente, en la misma época, los indígenas emplean la escritura griega para escribir su nombre sobre las vasijas, antes de adoptar la lengua y la escritura latinas.