Una semana después del descubrimiento del yacimiento, el 21 de septiembre de 1940, el abad Henri Breuil volvió a Lascaux para una primera visita y una autentificación de las figuras de este santuario. Varios prehistoriadores lo acompañaban, entre ellos el abad Jean Bouyssonie, el Dr. Cheynier y Denis Peyrony, entonces Conservador del Museo de Prehistoria de Eyzies. El mes siguiente, bajo la dirección de Breuil, empezaron los primeros trabajos de registro fotográfico por Fernand Windels y del dibujo de las figuras, por Maurice Thaon.

Numerosos artefactos, en hueso o en sílex, que cubrían el suelo y los bancos fueron recogidos tras las incursiones de los descubridores y de las visitas hechas por Léon Laval y Denis Peyrony.

Los trabajos de acondicionamiento de la cueva para su explotación turística se acabaron en 1948. Las primeras excavaciones, realizadas por el abad Breuil y Séverin Blanc, comenzaron al año siguiente. En esta primera fase, solamente el Pozo fue acondicionado con la esperanza, sin duda, de descubrir una sepultura al pie de la Escena del hombre enfrentado al bisonte