El Perigord ha conservado vestigios arqueológicos muy antiguos, que se extienden durante cerca de 350.000 años. La densidad en yacimientos prehistóricos es tal que al abad Breuil le gustaba decir que en este valle sólo hay dos yacimientos, el de la orilla izquierda y el de la orilla derecha.

Los principales yacimientos de la prehistoria se desgranan a lo largo del río Vézère: La Madeleine, Le Moustier, La Micoque, Tayac. Dieron respectivamente su nombre a las culturas materiales del Magdaleniense, Musteriense, Micoquiense, Tayaciense y más tarde, del Perigordiense.

Otros yacimientos marcaron la investigación arqueológica, sobre todo Laugerie-Haute y La Ferrassie los cuales, con La Madeleine, permitieron establecer la totalidad de la cronología del Paleolítico superior. En la actualidad, sirven aún de referencia para todo estudio sobre este período.
Por qué una tal concentración, no sólo de yacimientos de hábitat, sino también de cuevas y abrigos ornados? La respuesta puede ser ofrecida en parte por la geología. En efecto, la conjunción de condiciones específicas desempeñó un papel importante en este contexto, tanto respecto a los modos de implantación de las poblaciones prehistóricas como sobre el potencial conservador del medio físico.